La Capilla Granja-Escuela

José Manuel

De la ciudad al campo: entre el pastoreo y la tradición

Soy José Manuel, tengo 61 años y nací en Barcelona

Mi padre emigró de Ourense buscando nuevas oportunidades y yo crecí en la ciudad, rodeado de historias, siempre trabajando en diversos sectores.

Un día, me puse una tienda de productos gallegos en Barcelona, la que mantuve por 13 años, hasta que un accidente en el metro y una explosión de gas cambiaron el rumbo de mi vida.

El barrio quedó desolado y tras intentar mantener el negocio durante algunos meses, decidí cerrar y regresar a Lentellais, en el Ayuntamiento de O Bolo. Dejé atrás el bullicio de la ciudad para abrazar la tranquilidad del campo, dedicándome primero a la panadería y luego a la ganadería.

Siempre tuve el sueño de cerrar el círculo: criar corderos y cabritos, venderlos directamente y garantizar la máxima calidad de los productos. 

Hoy, utilizo mis pastos y campos de mis vecinos en la zona del Bibei, para criar animales en armonía con elentorno.

La Granja-Escuela: Una vida de aprendizaje y conexión

En la Granja-Escuela A Capilla, muestro las actividades diarias de una granja: cómo alimentar y pastorear a los animales y el proceso detrás de cada producto que llega a la mesa.

Mi esposa y yo gestionamos el restaurante que funciona dentro de nuestro campo, con el concepto “de la granja a la mesa”, ofreciendo productos de alta calidad provenientes de razas autóctonas gallegas, como el galo de mos, la oveja gallega y la vaca cachena, entre otras especies.

Vienen colegios, familias y asociaciones de toda Galicia, León y otros lugares de España para disfrutar de una experiencia educativa auténtica, conectando con las tradiciones rurales.

Es un estilo de vida lleno de satisfacciones, aunque a veces también de retos. Cuando no estoy en la granja me dedico a mi afición: restaurar muebles y herramientas. Creo que, al igual que las tradiciones del campo, estas cosas no deben perderse. Cada pieza restaurada se convierte en un testimoniode nuestra historia y muchas de ellas ahora decoran lagranja, creando un ambiente único y acogedor.

Aunque a veces regreso a Barcelona para ver a misamigos, siempre estoy deseando volver a Lentellais, donde he encontrado mi verdadera vocación y un estilo de vida en consonancia con la naturaleza. Les invito a que vengáis a visitarme y conozcáis la verdadera vida en una granja gallega.

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