Una historia de compromiso con el turismo y con la cultura
En el corazón de la comarca de Valdeorras, O Bolo se alza como un referente de desarrollo turístico y preservación del patrimonio. A diferencia de otros municipios de la región, O Bolo es el único ayuntamiento que destina recursos para mantener activo un servicio de guía turístico, garantizando así que visitantes de cualquier parte del mundo puedan descubrir su riqueza histórica y cultural en cualquier época del año.
El compromiso del Ayuntamiento de O Bolo con el turismo es un ejemplo de visión estratégica. Conscientes de la importancia de su legado patrimonial, han impulsado iniciativas que aseguran que tres de sus joyas más representativas sean accesibles y apreciadas en su máximo esplendor: el Castillo de O Bolo, el Museo de Yosso y el Santuario de As Ermidas.
Un recorrido por la historia y la tradición:
El Castillo de O Bolo, testigo de la historia medieval gallega, es un símbolo de resistencia y fortaleza. En la actualidad es el único castillo visitable en toda la comarca de Valdeorras. Su restauración y mantenimiento han sido una prioridad, permitiendo a los visitantes sumergirse en el pasado, recorrer sus muros y admirar las vistas que dominan el paisaje de Valdeorras. Gracias al esfuerzo municipal, el castillo no solo se conserva, sino que se ha convertido en un epicentro de actividades culturales y visitas guiadas.
Por otro lado, el Museo del Yosso es una muestra de la identidad local. Dedicado a la vida y obra del artísta José Porto García, representa la apuesta del ayuntamiento por preservar las costumbres populares y locales.
Con exhibiciones cuidadosamente diseñadas, se ha convertido en un atractivo singular dentro de la oferta turística de O Bolo.
Finalmente, el Santuario de As Ermidas, una joya del barroco gallego y uno de los puntos de peregrinación más emblemáticos de la provincia. Su imponente arquitectura y su entorno natural lo convierten en un lugar de paz y espiritualidad, donde el turismo religioso y cultural se dan la mano. La dedicación del ayuntamiento y de la Xunta de Galicia por conservar y promover este Bien de Interés Cultural (BIC) declarado en 2006, ha permitido
que muchas personas descubran su belleza y legad
Un modelo de turismo “slow” y accesible:
En un momento en que muchos ayuntamientos rurales buscan fórmulas para revitalizarse, O Bolo demuestra que el turismo bien gestionado es una herramienta clave para mejorar la hospitalidad.
Visitar O Bolo es viajar en el tiempo, descubrir tradiciones vivas y sentirse parte de una comunidad que valora y protege su herencia.
Y todo ello es posible gracias al esfuerzo y la visión de su ayuntamiento, que ha sabido convertir el patrimonio en un motor de futuro.